5 de junio de 2023 | Actualizado 14:08
Freepik

¿Qué sería del comercio electrónico sin las cajas de cartón corrugado?

El origen de este tipo de cartón lo encontramos en el mundo de la moda de la aristocracia de mediados del siglo XIX y la moda victoriana de finales del mismo siglo

La caja de cartón es uno de aquellos elementos que utilizamos en múltiples ocasiones: para enviar o recibir cualquier pedido que hemos realizado por internet, para hacer una mudanza y poder transportar nuestras pertenencias, para almacenar productos de diversa índole, incluso para jugar con ella en el caso de los niños cuando reciben un paquete. Durante su relativa corta existencia, la caja de cartón ha logrado ganarle la batalla a la de madera como embalaje de transporte en los productos de consumo masivo por tres razones: su bajo coste de producción a gran escala, se pueden personalizar con impresiones de logos, imágenes, nombres… y por su excelente relación resistencia-peso.

No podemos obviar, además, otra gran ventaja del cartón sobre la madera: el menor impacto medioambiental que tiene, ya que puede reciclarse después de su uso. Sin embargo, hay un hecho que es la base de la actual demanda de envases y embalajes: el paso de la venta a granel anónima a la comercialización de productos envasados y embalados con marcas comerciales impresas.

El cartón ondulado tiene un bajo coste de producción a gran escala, es personalizable, resistente y reciclable

El cartón corrugado u ondulado es uno de los más utilizados en el mundo para agrupar, almacenar, transportar, exponer y vender productos de consumo. Desde el punto de vista técnico, la caja de cartón corrugado ofrece una protección sobre el producto en el transcurso del almacenamiento y el transporte: golpes, caídas, vibraciones, etc.  Pero ésta no es su única ventaja: esa misma caja llega a algún almacén para ser apilada y soportar el peso de otras cajas que se colocan encima.

Ahora la pregunta que se nos plantea es: ¿cómo es posible que una caja de cartón corrugado tenga la propiedad de absorber la energía de impactos  y a la vez pueda soportar como una columna varias veces su propio peso estando hecha de papel? El cartón ondulado es el resultado de la unión de varias hojas de papel que se mantienen equidistantes porque se intercalan uno o varios ondulados. Esta característica es la que confiere al cartón la propiedad de ser indeformable. Generalmente, se compone de tres o cinco papeles. Los de las dos capas exteriores son lisos y el interior o los interiores ondulados, lo que confiere a la estructura una gran resistencia. Pero, ¿cuál es su origen, quién la inventó y cuál es su historia.

LOS ORÍGENES
Los primeros pasos de la caja del cartón ondulado nos encaminan hacia el mundo de la moda de la aristocracia de inicios del S.XIX y la moda victoriana de mediados del mismo siglo y, más específicamente, en los cuellos y puños plisados. Los primeros equipos para ondular papel se parecían a los que se usaban en aquella época en las lavanderías para planchar las cortinas y los encajes de los cuellos y puños de las camisas.

Los cuellos y los puños plisados de la moda victoriana del S.XIX fueron una inspiración

En 1856, Edward G. Healy y Edward E. Allen patentaron el uso de papel plisado como refuerzo interior de los sombreros de copa para darles buena forma y rigidez. Se trataba de dos rodillos ondulados por donde introducían el papel, dando origen a lo que hoy en día se conoce como “flauta” (‘flute’) o “medium”. Diez años después, en 1866, Samuel G. Cabell recibió una patente por una lavadora para lino. El funcionamiento era el siguiente: dos rodillos, tubos perforados de latón o de bronce, se calentaban introduciéndoles varillas calientes y eran accionados por una manivela. En poco tiempo, esta máquina se utilizaría para producir el primer papel corrugado. 

No fue hasta 1871 cuando surgió el concepto de utilizar el papel ondulado como elemento de empaque y protección. Ese año, el farmacéutico norteamericano Albert L. Jones, que se dedicaba a la perfumería, preocupado porque sus frascos se rompían al envolverlos en tela, decidió sustituir la envoltura de tela por papel. Inspirado en los plisados de las faldas victorianas, corrugó el papel para ganar volumen y amortiguación a los golpes.

La patente de Oliver Long de papel ondulado / Google Patents

Tres años más tarde, en 1874, otro norteamericano, Oliver Long, mejoraría la patente de Jones introduciendo una hoja de cara estabilizante (lo que actualmente se conoce como “simple cara”) que ayudaba a fortalecer la hoja de ondulado (conocida posteriormente como medium) y poco después una hoja como segunda cara. Con la patente de Long en Estados Unidos del día 5 de mayo de 1874 se inventaba el cartón ondulado. Ese mismo año se empezaría a producir papel corrugado a gran escala gracias al invento de la primera máquina industrial, de George Smyth.

Las numerosas patentes que se presentaron sobre este producto fueron adquiridas por Robert H. Thompson y Henry D. Norris, que formarían la compañía Thompson & Norris, y por el escocés Robert Gair (el inventor del cartón plegable), que fundaría la compañía Robert Gair Co. Estas dos empresas, que operaban en Nueva York y Boston, monopolizarían la producción de cartón corrugado durante dos décadas.

LAS PRIMERAS MÁQUINAS
Las primeras máquinas de Thomson & Norris y Robert Gair Co. tenían una anchura de 30,5 a 45,7 cm. A medida que fueron aumentando su anchura, fueron accionadas mediante correas desde una línea superior. Los rodillos de mayor diámetro eran calentados primero por inyectores de gas más tarde de vapor para evitar el riesgo de incendio. Las hojas exteriores o ‘liners’ se pegaban a mano usando brochas similares a las de empapelar, con engrudo (pasta de harina cocida). El medium era puesto cuidadosamente en su posición y presionado suavemente. Para que el adhesivo comenzara a pegar era necesario eliminar, por evaporación, una gran cantidad de líquido, por lo que cualquier otra operación necesitaba veinticuatro horas previas de secado. Los tamaños de plancha eran muy pequeños ya que el cartón ondulado solo se utilizaba como refuerzo interior siendo el embalaje externo una caja de madera o barril.

Entre 1881 y 1883, la empresa Thompson & Norris se dedicó al desarrollo de la maquinaria para la fabricación del cartón corrugado y logró expandirse al vender sus equipos a los tres primeros corrugadores pioneros en Europa.

EL INVENTO DE ROBERT GAIR
Disponer de cartón corrugado de forma masiva solucionaba una parte del problema, pero era necesario convertir esas láminas en cajas. Aquí es donde gana trascendencia la aportación de Robert Gair, conocido como el inventor del cartón plegado, quien trasladaría su invento accidental de troquelado y hendido a las cajas de cartón corrugado. Se producía, así, un ahorro de energía y tiempo en la fabricación de las cajas. Años después, en 1914, Thompson & Norris desarrollaría la caja económica de solapas iguales, que actualmente conocemos como ‘Regular Slotted Case’. 

DESARROLLO INDUSTRIAL DE EEUU
La caja corrugada no pudo aparecer en mejor momento. Era la época del desarrollo industrial de Norteamérica y el auge de la producción en masa de productos exigía un transporte de éstos desde la fábrica a los consumidores finales. Los Estados Unidos se encontraban en plena reconstrucción después de su guerra civil y contaban ya con un amplio sistema ferroviario que estaba en expansión. Estos dos elementos unidos ofrecieron un marco expansivo idóneo para los fabricantes de cajas, que se agruparon en asociaciones para entablar conversaciones con la Wells Fargo. La finalidad: sustituir las cajas de madera por cajas de cartón corrugado.

Desde que aparecieron las primeras máquinas para fabricar el cartón corrugado, la evolución ha sido imparable, tanto en materiales, como en equipamiento, proceso de producción y técnicas de impresión. Y, como en todos los procesos, el uso del ordenador revolucionó la industria, especialmente la impresión.

LA PRODUCCIÓN DE CARTÓN ONDULADO EN ESPAÑA
Desde hace una década, España está situada en el top 5 de los países europeos que mayor volumen de cartón ondulado producen, concretamente es el cuarto, por detrás de Alemania, Italia y Francia. Según la Asociación Española de Fabricantes de Envases y Embalajes de Cartón Ondulado (AFCO), nuestro país produjo 5.201 millones de metros cuadrados de cartón corrugado durante 2017 y la facturación total del sector, tanto directa como indirecta, alcanzó los 4.867 millones de euros con un total de 71 empresas onduladoras y 89 fábricas. El sector emplea a más de 23.500 trabajadores en España, cifra que asciende a los 100.000 puestos directos si nos referimos a toda Europa. Si desglosamos por sectores, el principal consumo de cartón corrugado en 2017 fue el de productos agrícolas (23,3%), seguido de los productos alimenticios (16,4%), las bebidas (15%) y el sector de audio, la electrónica y la automoción (8,7%).

LOS MUEBLES DE CARTÓN LLEGAN A LAS CASAS
Uno de los usos del cartón corrugado en la actualidad es el de la fabricación de muebles, una tendencia que se está extendiendo por todo el mundo y que en España también va tomando cuerpo. Aunque parezca un concepto muy innovador, no es nada nuevo. Ya en 1968 el diseñador alemán Peter Raacke fue uno de los pioneros en el empleo del cartón en sus diseños de productos y mobiliario, diseñando una colección de muebles de cartón para niños basados en un módulo hexagonal llamado Papp. Otra colección de sillas de cartón denominada Otto, diseñada por el mismo Raacke, ha servido también de gran inspiración para muchos de los diseñadores de producto e interiores contemporáneos.
Otro nombre surge cuando exploramos el campo de los muebles hechos de cartón, el de Frank Gehry, el archiconocido arquitecto e interiorista de origen canadiense y asentado en EEUU. Entre 1969 y 1972, Gehry se dedicó al diseño de la serie de muebles de cartón Easy Edges. 
La multitud de diseños muebles a partir del cartón aportan practicidad, modernidad y una vertiente ecológica y socialmente responsable que ha conseguido que este tipo de decoración sea una opción más que válida a la hora de amueblar nuestra casa y disfrutar, a la vez, de un entorno sostenible.