La automoción aboga por hidrogeneras en cada capital de provincia antes de 2025

La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) y la asociación del transporte sostenible que integra la cadena de valor del gas y el hidrógeno (Gasnam) proponen adelantar el objetivo de 150 hidrogeneras que establece el ministerio de Transición Ecológica de 2030 a 2025 y que cada capital de provincia disponga de una de estas instalaciones antes de esa fecha. Las asociaciones consideran que la oferta comercial de vehículos impulsados por hidrógeno crecerá “sustancialmente” en los próximos años, “especialmente en los segmentos de vehículo comercial ligero y pesado de larga distancia”, por lo que sería necesaria “una red de repostaje mínima para apuntalar este despliegue”.
250 kilómetros
Las asociaciones quieren garantizar que haya una hidrogenera cada 250 kilómetros como máximo
Apuestan por establecer una red mínima de 150 hidrogneras para 2025, de las cuales 71 estarían repartidas en capitales de provincia y municipios de más de 100.000 habitantes, en tanto que 79 estarían en los principales corredores y rutas de mayor intensidad de tráfico diario (como centros de transporte por carretera o refinerías). La propuesta explica que todas las hidrogeneras localizadas en núcleos urbanos deberán dar suministro a 350 y a 700 bares con el objetivo de garantizar el abastecimiento de todos los segmentos de vehículos y optimizar el número de hidrogeneras necesario para garantizar el objetivo de la hoja de ruta de establecer una hidrogenera cada 250 kilómetros como máximo.
“El hidrógeno se ha configurado como un vector energético prioritario para cumplir el objetivo de neutralidad climática en el ámbito del transporte. Sin embargo, en la actualidad, presenta barreras de entrada importantes de accesibilidad, uso, regulatorias y tecnológicas, propias de una tecnología que todavía no alcanzado su grado de madurez”, señala Anfac. Las asociaciones subrayan que el punto de partida español “es más negativo” que el de otros países europeos como Alemania o Francia, principalmente debido a la falta de hidrogeneras de acceso público. “Este despliegue de la infraestructura de repostaje es, en opinión de las asociaciones, el primer paso ineludible para la existencia de vehículos de pila de combustible. Así, aunque hay oferta comercial de vehículos de hidrógeno desde 2015, el mercado en España es prácticamente inexistente”, señala la patronal española de la industria de automoción.
Las asociaciones explican que este despliegue “tiene que venir con un elevado nivel de subvención (entre el 80% y el 100% del CAPEX) por los altos costes de instalación de los puntos y la dificultad de amortización en un primer estadio de desarrollo”. Estos dependen de muchos factores, como la capacidad de la hidrogenera o si cuenta con generación de hidrógeno renovable, oscilando entre uno y ocho millones de euros. “Estas inversiones deberán ir ligadas a flotas de vehículos cautivas que garanticen un consumo mínimo y así, la viabilidad económica de las infraestructuras de generación y suministro asociadas, permitiendo además el uso por parte de flotas privadas”, destaca Anfac.