28 de septiembre de 2023 | Actualizado 18:39

El negocio reefer teme un cuello de botella por el envejecimiento y la falta de equipos refrigerados

La industria del contenedor refrigerado trabaja con previsiones de crecimiento elevadas para los próximos años
Maersk Container Industry

El transporte refrigerado por vía marítima encadena ejercicios con incrementos de volúmenes y las perspectivas apuntan hacia esa misma dirección en los próximos años. Los actores del sector reefer participantes en la primera jornada del encuentro especializado Cool Logistics 2022, que se está celebrando en Barcelona, han coincidido en la capacidad de su sector para ser resilientes por su papel estratégico en el movimiento de bienes básicos de alimentación y productos farmacéuticos en un contexto de confinamientos globales. Ahora, una vez dejados atrás, temen que la escasez de contenedores reefer para responder a la demanda, unida al envejecimiento tanto de equipos como de buques refrigerados, motiven un cuello de botella que lastre su potencial de crecimiento.

Las estimaciones de la consultora británica Drewry apuntan a un crecimiento del mercado marítimo reefer del 3% de media anual entre 2021 y 2026, si bien, para este ejercicio lo sitúa en el 1%. Prueba de que se trata de un mercado en expansión es, por ejemplo, la evolución de contenedores reefer que ha experimentado el puerto de Barcelona en los últimos años y que ha llevado a sus terminales a reforzar las conexiones para estos equipos en sus instalaciones. Según ha explicado su presidente, Damià Calvet, el recinto catalán ya ha superado los 250.000 contenedores reefer anuales, superando las cifras prepandémicas. Actualmente, Barcelona dispone de 3.700 conexiones para esta tipología de contenedores, que se situarán “a corto plazo” en las 4.000, tal y como ha recordado Calvet en su intervención.

“El número de contenedores reefer que deberían retirarse este año asciende a 176.000 teus”
Robert Mant Vicepresidente de Global Reefer Sales de Kuehne Nagel

El caso de Barcelona no es una excepción y, en los últimos años, han sido numerosos los puertos que han mejorado sus infraestructuras para mercancía refrigerada. También lo han hecho las principales navieras del mundo en capacidad de transporte de contenedores, con el objetivo de redimensionar sus flotas para responder a la demanda o dotando a sus contenedores reefer de soluciones tecnológicas para mejorar la trazabilidad y condiciones de temperatura y humedad.

A pesar de esas inversiones, “la fabricación de contenedores en los últimos cinco o seis años -exceptuando 2021- ha sido moderada”, ha manifestado el vicepresidente de Global Reefer Sales and Business Development de Kuehne Nagel, Robert Mant. Durante su intervención en Cool Logistics 2022, el directivo del gigante transitario ha explicado que “cuando un contenedor refrigerado supera los 15 años de antigüedad, debería sacarse progresivamente de la circulación”. Si se toma esta referencia, “el número de contenedores que deberían retirarse este año asciende a 176.000 teus” y “eso es muchísimo”, ha afirmado el vicepresidente de Global Reefer Sales and Business Development de Kuehne Nagel. Las estimaciones apuntan a que la producción de contenedores refrigerados en 2022 oscilará entre las 220.000 y las 240.000 unidades.

“Las retiradas de los reefer viejos generará un crecimiento estático este año en cuanto a la flota”
Martin Dixon Director de Research Products en Drewry

El director de Research Products de Drewry, Martin Dixon, también se ha expresado en un sentido similar al directivo de Kuehne Nagel, aunque con ciertos matices. Aunque “el efecto de las retiradas de los contenedores reefer que envejecen probablemente generará un crecimiento estático este año en cuanto a la flota global”, la elevada fabricación de estos equipos que “vimos el año pasado, a nivel global, indican que la disponibilidad debería ser mejor”, ha argumentado en su exposición.

Esta situación de envejecimiento y falta de contenedores reefer se produce con una flota de buques refrigerados anticuada. Según datos de Drewry, la flota de embarcaciones refrigeradas suma una capacidad de 4,8 millones de metros cúbicos en la actualidad, pero esta se reducirá hasta los 4,3 millones de metros cúbicos en 2026, producto del desguace de muchos de ellos. De hecho, la consultora británica sostiene que el 40% de los buques refrigerados tienen 31 años o más.

Por tanto, “los contenedores van a ser más utilizados para mover carga perecedera en el futuro inmediato”, ha señalado Robert Mant (Kuehne Nagel). La conjunción de factores va a provocar “una demanda enorme de contenedores refrigerados”, ha insistido el directivo del gigante transitario. En cuanto a elementos que pueden suavizar la situación, Martin Dixon (Drewry) ha citado el trabajo que se está llevando a cabo para mejorar el reposicionamiento de contenedores reefer y, de esta forma, mitigar el impacto que genera en el sector el desequilibrio de los flujos marítimos de productos refrigerados.

FLETES EN FASE ASCENDENTE PARA EL CONTENEDOR REEFER
Los precios de transporte marítimo de contenedores mantuvieron tasas de incrementos similares a los de carga seca en el segundo trimestre de 2022, de hasta el 50% más que el ejercicio anterior. Según los primeros datos de Drewry, se estima que su tasa de crecimiento será incluso superior a los de carga seca para el tercer trimestre. Sin embargo, la consultora británica certifica “una cierta estabilización en algunas rutas” y pronostica “modestas disminuciones hasta 2023”, aunque en menor medida que los de carga seca, en su informe Reefer Shipping Annual Review and Forecast 2022/23. El índice global de tarifas de carga de contenedores refrigerados de Drewry muestra que las rutas Este-Oeste han experimentado “aumentos modestos en las tarifas de flete en los últimos cuatro trimestres, ya que la presión sobre la capacidad ha disminuido gracias a la disminución del comercio de carne de cerdo desde Europa y América del Norte hacia Asia”.