La exportación de cemento cae por la falta de competitividad de las plantas españolas

Las exportaciones de cemento y clínker en España han caído el 16,8% en 2022. Se exportaron más de 5,6 millones de toneladas, lo que supone una pérdida superior a 1,1 millones de toneladas en comparación con el ejercicio anterior. Según el presidente de la Agrupación de Fabricantes de Cemento de España (Oficemen), José Manuel Cascajero, esta dinámica se debe a que “no somos competitivos, Argelia, Turquía o Egipto no están invirtiendo en la descarbonización, emplean combustibles más baratos y no reportan su huella de carbono”. Por ello, aplauden el acuerdo alcanzado recientemente en la Unión Europea sobre el Mecanismo de Ajuste de Carbono en Frontera (CBAM). “Una de las reivindicaciones históricas clave de la industria del cemento, tanto a nivel de mercado, porque garantizará un tratamiento equilibrado de las importaciones en todos los países miembros, como a nivel de garantía y seguridad jurídica, ya que fomentará las inversiones para favorecer el cumplimiento de los objetivos de descarbonización”, subraya José Manuel Cascajero.
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Las exportaciones de cemento y clínker en España han caído el 16,8% en 2022
A pesar de ello, desde Oficemen aseguran que vigilarán de cerca el cumplimiento real del CBAM, la evolución de su efectividad y sus posteriores revisiones. “Mientras no se adecúen correctamente y con rapidez estos mecanismos en cada fase, la pérdida de competitividad seguirá ampliándose impidiendo una descarbonización real de nuestra economía”, finaliza el presidente de Oficemen.
Otro de los factores que afecta a la competitividad española en materia de exportaciones es el coste de la energía eléctrica que se ha multiplicado por cuatro desde 2019, igual que el de la energía térmica y los derechos de emisión de CO2 se han triplicado. “Todos ellos inciden en gran medida en nuestros costes variables de producción y, como consecuencia, en nuestra competitividad”, explica el presidente de Oficemen. En este sentido, desde los fabricantes de cemento se valoran muy positivamente las medidas adoptadas por el Gobierno en materia energética, aunque consideran que aún hay que seguir trabajando para que la industria española disponga de un precio estable y predecible como ocurre en países vecinos. “La industria española necesita un cambio en las reglas del mercado eléctrico mayorista y contar con subastas de energía de generación inframarginal”, añade Cascajero.
“Las exportaciones han caído porque no somos competitivos”
José Manuel Cascajero Presidente de Oficemen
Además, desde Oficemen, para cumplir con el pacto Verde Europeo y hacer frente a la subida de los precios energéticos, están apostando por la economía circular en su producción. “Apostamos por la economía circular en nuestro proceso productivo, podemos emplear los residuos sólidos urbanos, de otras industrias o la biomasa para sustituir los combustibles fósiles por otros alternativos”, explica José Manuel Cascajero. El presidente de Oficemen afirma que en Europa este sistema está muy desarrollado y ya alcanza el 50% de sus fábricas, por el contrario en España es el 37% y quieren apostar por ampliarlo. Otra de las medidas que tomarán para descarbonizar la industria es el uso del hidrógeno y la captura de carbono para usarlo en procesos de producción del sector agrícola
LA PREVISIÓN ES QUE EL CONSUMO DE CEMENTO SEA NEGATIVO EN 2023
Por su parte, el consumo de cemento en España ha cerrado 2022 con una contracción del 0,8%, lo que lo sitúa, en valores absolutos, en 14,9 millones de toneladas, 120.057 toneladas menos que en 2021. Por su parte, las importaciones han registrado una disminución del 5,4% y han cerrado el ejercicio con 1,3 millones de toneladas. Según el presidente de Oficemen, el encarecimiento de las materias primas y de la inflación derivadas de la invasión de Ucrania y “la falta de ejecución de la obra pública contemplada en los Presupuestos Generales debido al encarecimiento de las materias primas que ha obligado a revisar contratos de obra” han motivado esta evolución en el consumo y en las importaciones. A pesar de los resultados del arranque y la expectativa de convertirse en el año de la recuperación, “finalmente las caídas de consumo encadenadas desde mayo nos han dejado con un volumen de consumo plano, muy similar al de 2021”, explica José Manuel Cascajero.
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El consumo de cemento podría descender el 3% este año si no se ejecuta la obra pública
Para 2023, los fabricantes de cemento esperan un inicio de año con valores en negativo y una finalización neutra en el mercado español. El departamento de estudios de Oficemen baraja una horquilla de entre el 0% y el -3% para la evolución del consumo en España en 2023. “Finalizar el año en uno u otro extremo de esta horquilla dependerá de la evolución macroeconómica en lo referido a los tipos de interés, la inflación, los costes energéticos, la llegada de los fondos europeos y, sobre todo, de la ejecución real de la obra pública”, destaca el presidente.
En este sentido, la reactivación de la obra pública tras la pandemia y la llegada de los primeros fondos europeos situaron la licitación pública en su nivel más elevado desde la anterior crisis. En 2022, entre la administración central, comunidades autónomas y ayuntamientos, se licitaron proyectos por 30.074 millones de euros, el 27,9% más que en el ejercicio anterior. La cifra es, además, la mayor desde el año 2010. “Sin embargo, de acuerdo con las cifras presentadas en los Presupuestos Generales del Estado 2023, la previsión de inversión ejecutada en 2022 de las empresas públicas no ha alcanzado el 60%”, manifiesta el presidente de Oficemen. No obstante, el sector inmobiliario encara un año 2023 con una elevada incertidumbre motivada por la subida de los tipos de interés y el encarecimiento de la vivienda, que provocará un descenso de la demanda, según vaticinan los fabricantes.