GTS Logistic desembarca en España con su oferta intermodal para químicos y alimentación

El operador italiano GTS Logistic está expandiendo su actividad hacia la Península Ibérica, donde ofrecerá servicios intermodales con carga paletizada, principalmente para los sectores químico y alimentario. Bajo la marca de GTS Iberia, la compañía familiar tiene previsto constituirse en sociedad antes de finalizar el año, cuando abrirá sus oficinas en Tarragona. El country manager para España y Portugal, Sergi Gómez, asegura que este entorno es atractivo por su posición estratégica a nivel ferroportuario, así como por la importancia de la industria química de la provincia.
“Hay un vacío de mercado en la mercancía intermodal, hay mucho negocio por hacer”
Sergi Gómez Casas Country Manager de GTS Iberia
“Nuestra intención es sacar camiones de la carretera y ofrecer el mismo servicio con trenes”, manifiesta Sergi Gómez, pues “el tren es mucho más ecológico”. De este modo, la mayor parte de las mercancías con las que van a operar se van a mover por barco y por tren, utilizando el camión para la primera y la última milla. “Apenas el 4% de las mercancías se mueven por tren en España, esto significa que hay mucho negocio por hacer”, asegura el country manager de GTS, porque “hay un vacío de mercado en la mercancía intermodal, y ahí tenemos camino para volar”.
La compañía aterriza en el mercado español con una amplia cartera de clientes, entre los que se encuentran las químicas Repsol e Inovyn y las alimentarias Kellogg’s y PepsiCo, entre otras. Estas empresas “son clientes míos de hace muchos años”, asegura Sergi Gómez, pues se remontan al año 2012, cuando fundó la firma Interbulk, vendida en 2016 a la neerlandesa Den Hartogh Logistics.
GTS Iberia tendrá como clientes a las químicas Repsol e Inovyn y las alimentarias Kellogg’s y PepsiCo
La empresa matriz (GTS Logistic), fundada en 1977 con oficina central en Bari (Italia), tiene otra sede en Hull (Reino Unido) y una base comercial en Rotterdam (Países Bajos). “Es una empresa familiar de segunda generación”, explica Gómez, “enfocada en el intermodal, con locomotoras, vagones y contenedores propios”. De momento, “la idea es traer nuestros contenedores de 45 pies hacia la Península”, explica, y de cara al próximo año, “nuestra intención es hacer llegar nuestros trenes propios desde Italia y la región del Benelux hacia España”.
De hecho, GTS firmó la semana pasada una inversión de más de 74 millones de euros, que servirán para ampliar su flota ferroviaria. “La empresa ya tiene en la actualidad 22 locomotoras, y vamos a añadir 20 nuevas, con lo cual dispondremos en 42 locomotoras propias”, explica el directivo. Esta inversión convertirá a GTS en “el segundo operador ferroviario de Italia”, asegura Sergi Gómez.
A pesar de la estrategia expansiva de la compañía para la Península Ibérica, su máximo responsable para este mercado constata la falta de infraestructuras ferroviarias destinadas a mercancías en España. Aunque iniciarán su actividad en Tarragona, un nodo ferroviario clave en el desarrollo del Corredor Mediterráneo, su intención es dar servicio al conjunto de la Península. “Queremos ir a donde está la industria, y eso incluye la zona norte, Madrid, Sevilla y Oporto, entre otros lugares”, apunta Sergi Gómez. Además, han contactado con un cliente “que va a arrancar sus trenes propios, y ya estamos conversando para hacer también trenes comunes para llenar el vacío de mercado”.
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En este sentido, el máximo responsable de GTS Iberia lamenta la lentitud de los plazos burocráticos, que obligarán a la empresa a esperar un año hasta conseguir las licencias para introducir en el mercado sus propios trenes. “Si fuera más fácil, tenemos la capacidad para hacerlo la semana que viene, pero al final todo cuesta”. Para conectar sus servicios en Italia y Benelux con España, “tenemos que cruzar Francia, y eso implica sacar licencias y habilitaciones”, recuerda el directivo. “Ya nos gustaría ir más rápido, pero al final la velocidad te la marca la propia industria”. Por otro lado, tampoco considera que los ecoincentivos vayan a ser una medida suficiente para impulsar la intermodalidad, pues “son ayudas que van muy lentas y vemos que hay mucho ruido, pero poco resultado”.